La insatisfacción sexual representada en el sueño.

Generalmente las mujeres sexualmente insatisfechas pero virtuosas, sueñan continuamente con ladrones que las roban, con agresores del cual son víctimas, que caminan o corren por la calle y que todo mundo las observa, con fieras salvajes que las atacan... Si estos sueños se someten al psicoanálisis permite a menudo descubrir que esta agresión, violación o exhibicionismo simbolizan un asalto sexual. En estos sueños el deseo sexual se hace manifiesto aunque en la vigilia son directamente rechazados dichos deseos por los mecanismos de defensa con los que cuenta la neurosis.
Habida cuenta del importante papel que el elemento infantil desempeña en la formación de los sueños, si aceptamos la tesis de Sigmund Freud de que la primera infancia no sólo no está desprovista de pulsiones libidinosas sino incluso que tales impulsos infantiles no están limitados por la educación, y si admitimos el carácter “perverso polimorfo” de los deseos infantiles, la significación infantil de las zonas anal, oral, uretral y las eréctiles, así como la curiosidad, el exhibicionismo, los caracteres sádico y masoquista del niño, no tacharemos de absurda la idea de Freud que pretende que los sueños, incluso los más horribles, los más crueles, los más vergonzosos y los más repugnantes, representan la significación de los deseos: ‹‹deseos del niño salvaje que vive en nosotros, arrumbado en el inconsciente››.