Sugerencias de las quejas o denuncias que debe escuchar el hijo de su madre respecto a su padre o viceversa.
Madre que denuncia o se queja del marido:
1.- Que es irresponsable.
2.- Que es alcohólico.
3.- Que es golpeador.
4.- Que se la pasa fastidiando todo el tiempo.
5.- Que abusa sexualmente de ella.
6.- Que es impotente sexualmente.
7.- Que no tiene carácter.
8.- Que aun no se independiza de las faldas de su progenitora.
9.- Que es mujeriego.
10.- Que es homosexual (puto).
11.- Que es estúpido.
12.- Que nunca le han importado los hijos.
13.- Que le gusta estar más tiempo con sus amigos o en su trabajo, que en casa.
14.- Que nunca la amo.
15.- Que continua el matrimonio por lástima.
16.- Que esta enano.
17.- Que es feo.
Padre que denuncia o se queja de su esposa:
1.- Que se arrepiente de haberse casado.
2.- Que vive un infierno en casa.
3.- Que es infeliz.
4.- Que es depresivo.
5.- Que desea morirse.
6.- Que es una prostituta.
7.- Que es mentirosa.
8.- Que es ignorante por no tener una profesión.
9.- Que atiende a sus amistades y descuida a sus hijos.
10.- Que únicamente quiere dinero.
11.- Que esta muy obesa.
12.- Que la detesta.
13.- Que se lamenta todo el tiempo.
14.- Que esta loca.
15.- Que ya esta vieja.
16.- Que se embarazo para atarlo.
17.- Que intento abortarlo.
Las quejas o denuncias que los padres confiesen a sus hijos deben pronunciarse el mayor tiempo posible, se recomienda cambiar un poco la historia para que no sea monótona cada vez que la repitan; además las peleas o discusiones entre los cónyuges deben ser en horario nocturno cuando los hijos duerman, con el propósito de despertarlos de forma abrupta, eso causa mayor impacto, entre más pequeños sean los vástagos, es mejor.
Las quejas o denuncias del cónyuge confesadas a hijo deben ser en un tono de voz firme y conciso, pueden dramatizar la escena con llantos o gritos pero con una dicción clara para su mejor entendimiento.
Es válido mostrar las huellas de los golpes a los hijos, incluso si son en partes íntimas del cuerpo, así como mostrar todo tipo de evidencias para atestiguar su dicho ante los vástagos. No importa la edad que tengan los hijos para que la madre o el padre se confiesen o lamenten ante ellos, pueden tener la certeza que si el hijo no lo comprende cabalmente por su tierna edad, de cualquier modo quedará perfectamente grabado en su inconsciente, mismo que irá construyendo poco a poco su estructura perversa o psicótica durante su infancia.
La edad recomendable para quejarse con los vástagos es desde que nacen hasta concluida la adolescencia —después ya no es necesario— entre más enfático sea el lamento o la queja, mayor será el trauma y en consecuencia quedará más profundamente reprimido el suceso en el inconsciente. “Recuérdese que a mayor represión del acontecimiento traumático, mayor manifestación psicopatológica... para el resto de la vida”. Pothos Himero.
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