En su conjunto, la labor psicoanalítica es grave por los conflictos que presenta el sujeto, razón por la cual solicita ayuda, aunque también cabe agregar que no siempre será sombría o lamentable, y no todas las horas de la sesión son deprimentes o dolorosas, pero en general se trata por lo menos de una labor muy dura.
El psicoanálizado puede tener alguna satisfacción por el sentimiento de haber logrado algo y aun algunas veces una sensación de triunfo. En ocasiones, una interpretación acertada hace prorrumpir a paciente y analista en risa espontánea. Pero la alegría frecuente en las sesiones, el gran entusiasmo y el júbilo prolongado indican que algo se está ocultando —por regla general, algo muy distinto, alguna forma de depresión— (Kurt Lewin). El súbito paso a la salud, la desaparición prematura de síntomas sin insight, son señales de tipos semejantes de resistencia y como tales habrán de ser llevados a un análisis profundo.
Be First to Post Comment !
Publicar un comentario