El voyeurismo y la escena primaria.

El impulso voyeurista a observar a una pareja durante el coito es una expresión inconsciente de un deseo de interrumpir con violencia la escena primaria* constituye una condensación del deseo de penetrar en la privacidad y el secreto de la pareja edípica, y el de vengarse de la madre que aun atormenta tentando.
El voyeurismo es un componente importante de la excitación sexual, en el sentido de que toda intimidad sexual implica un elemento de privacidad y secreto y, como tal, una identificación con la pareja edípica y un triunfo potencial sobre ella.
Por otro lado las parejas que no pueden gozar del sexo con plenitud en su propio hogar, en la proximidad de sus hijos, sino en otro lugar o incluso únicamente en ausencia de sus vástagos, ilustran la inhibición de este aspecto de la intimidad sexual.
Esto nos conduce hasta otro aspecto del deseo erótico, que es la oscilación entre el deseo de secreto, intimidad y exclusividad, por una parte, y el de apartarse de la intimidad sexual, para introducir una discontinuidad radical (André Green), por la otra. Contrariamente a la creencia popular de que es la mujer la que quiere conservar la intimidad y exclusividad, y el hombre quien desea apartarse rápidamente después de concluido el acto sexual; también los hombres se ven frustrados por la percepción que tienen de la dedicación afectuosa de la esposa con sus hijos pequeños, ya sea antes, durante o inmediatamente después de la relación íntima, por lo que ambos cónyuges se quejan de la incapacidad de sus partenaires para mantenerse sexualmente interesados en ellas o ellos respectivamente.

* Escena primaria: Observación directa del coito entre los padres, o fantaseada o escuchada por el infante.