En el sujeto existe una bisexualidad psíquica inconsciente, en el sentido que se identifica con el Yo de su partenaire durante la interacción sexual específica, obviamente esto aplica tanto para hombres como para las mujeres. Podría decirse que la bisexualidad es en primer lugar una función de identificación que se suscitan en ambos participantes durante la relación sexual, esto con la finalidad de identificarse con con la excitación sexual y el orgasmo de la pareja, para disfrutar de dos experiencias complementarias de fusión. El elemento primario en este caso es el placer que deriva del deseo del otro, el amor expresado en la respuesta del otro al deseo sexual del Yo y la experiencia asociada de fusión en el éxtasis. Asimismo se produce una sensación de pertenecer a ambos géneros al mismo tiempo, superando temporariamente la barrera ordinaria inviolable que los separa, el goce por penetrar y envolver, ser penetrado y encerrado en la invasión sexual que los lleva finalmente a la completitud.
En relación con esto, el desplazamiento simbólico de las partes "penetrantes" de la anatomía y de todas las aberturas "penetrables" o "envolventes" señala la
condensación del erotismo de todas las zonas, una regresión a la "confusión zonal" que es de esperar en la excitación sexual (Donald Meltzer), y la consiguiente confluencia, con la actividad o el contacto sexuales, de fantasías y experiencias que reflejan toda la superficie corporal de ambos partenaires. En esta identificación con el otro se satisfacen el deseo de fusión, los anhelos homosexuales y la rivalidad edípica; en consecuencia, todas las otras relaciones desaparecen en la pareja sexual única y fusionada.
La identificación inconsciente con ambos géneros elimina asimismo la necesidad de envidiar al otro género y, puesto que se sigue siendo uno mismo a pesar de pasar a ser también el otro, se tiene la sensación de haber logrado una trascendencia intersubjetiva.
Excelente articulo muy conpleto y bien explicado , !!!!
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