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"Si llega inadvertidamente a oídos de quienes no están capacitados ni destinados a recibirla, toda nuestra sabiduría ha de sonar a necedad y en ocasiones, a crimen, y así debe ser". Friedrich Wilhelm Nietzsche.

domingo, 1 de enero de 2017

Psicoanálisis del pene y senos pequeños.

La inquietud que tienen muchos hombres respecto a la pequeñez de su pene «Complejo de pene pequeño» es sentido como una inadaptación que se podría suscitar ante las dimensiones fantaseadas de la vagina por su gran tamaño, razón por la cual el hombre padece angustia, ya sea en mayor o menor medida. Esta inquietud del tamaño del pene se presenta marcadamente en los neuróticos, y en menor escala en los sujetos «normales».
¿Cuál es el motivo del hombre para sentirse preocupado por el tamaño de su pene?
Quienes sufren esta inquietud, estuvieron muy preocupados en su infancia por la escena primaria (coito entre los padres real, imaginada o escuchada); además causó mayor impacto la fantasía del infante de sentir su miembro viril muy pequeño respecto a la vagina de su madre (Complejo de Edipo); y asimismo la comparación que hizo el infante de su pene con respecto al miembro viril de su padre u otro adulto; todo esto tuvo una connotación mayor en la infancia del neurótico, que en el sujeto «normal». Ahora bien, durante el período de latencia el infante ha interrumpido o reprimido este pensamiento del tamaño de su pene; pero cuando el impulso sexual se fortalece en la pubertad y la adolescencia (extendiéndose hasta la edad adulta) el interés por el órgano sexual despierta nuevamente, reapareciendo la antigua angustia, incluso en los casos que las dimensiones reales del órgano viril son normales o hasta superiores a la media. Así, pues, mientras que el pene se desarrolla normalmente, la idea fantaseada del pene pequeño permanece a nivel infantil. Habiendo desviado su atención de la zona genital, el sujeto no ha observado el cambio ocurrido.
También en algunas mujeres se observa durante el psicoanálisis el «Complejo de vagina pequeña» (miedo de la rotura o al daño que podría provocar el pene cuando es introducido en la vagina), esta fantasía proviene de la infancia de la niña donde el órgano viril paterno o de otro adulto fue imaginado de proporciones descomunales. Fantasía que será reprimida durante el período de latencia, pero que surgirá —al igual que el hombre— nuevamente en la pubertad y en la adolescencia extendiéndose hasta la adultez, cuando se interese sexualmente por el hombre.
Aquí cabe señalar la fantasía sexual, —muy generalizada entre las mujeres— de tener un partenaire con un pene de proporciones muy grandes que proviene del pene paterno observado y fantaseado en su infancia, mismo que imaginan les brindará mayor placer sexual (Complejo de Edipo). Algunas de estas mujeres, dada la estructura de su deseo sexual inconsciente, pueden efectivamente «no sentir» o «sentir muy poco», si su partenaire tiene un pene pequeño —aunque no sea cierto— y en consecuencia permanecer frígidas en sus relaciones sexuales.
Podemos observar también en algunos hombres o mujeres el «Complejo de senos grandes». En los los hombres se manifiesta por el deseo de tener una pareja con senos grandes, mismos que representan inconscientemente al seno de su madre, independientemente que estos hayan sido grandes o pequeños, ya que así quedaron simbolizados para el infante; algunos hombres pueden presentar una patología del deseo sexual si los pechos de su partenaire son pequeños, aunque en realidad no lo sean. Además estos sujetos posiblemente manifestaron durante su infancia un gran interés por el amamantamiento de los bebés, anhelando en secreto el deseo de ser invitado a mamar con ellos. Durante el período de latencia desaparecen de su consciencia, pero cuando vuelve a interesarse por el otro sexo en la adolescencia o adultez sus deseos han quedado centrados en el «Complejo de senos grandes». La impresión causada por las dimensiones del pecho, cuando era niño, se han grabado en el sujeto de forma indeleble.
Por otro lado, algunas mujeres han quedado fijadas al «tamaño grande de los senos», primordialmente de su madre o alguna hermana mayor, durante su infancia. Ahora como mujer madura, sus senos son sentidos como «pequeños» por la representación del pecho fijado en sus primeros años de vida y que cobra nuevamente su comparación (inconsciente) con respecto de las dimensiones antiguas que se reprimieron en su inconsciente.

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