Se quiera aceptar o no, el Complejo de Edipo sigue vigente para todos, es una ilusión para el sujeto sentirse diferente, es decir, más moralista y con ello haber alcanzado un mayor grado de civilización respecto del hombre primitivo. En este contexto el Complejo de Edipo instaurado en el sujeto contemporáneo es «sin duda demasiado débil para impulsar al incesto, pero lo suficientemente fuerte para provocar perversiones», que se reflejarán en los trastornos sexuales: erotomanía, fetichismo, intercambio de pareja, frigidez, eyaculación precoz, disfunción eréctil, etcétera. Por lo tanto la fantasía edípica desemboca en la realidad y, lo que es más, la prohibición del incesto desempeña un papel importante en la cultura.
Be First to Post Comment !
Publicar un comentario