Social

"Si llega inadvertidamente a oídos de quienes no están capacitados ni destinados a recibirla, toda nuestra sabiduría ha de sonar a necedad y en ocasiones, a crimen, y así debe ser". Friedrich Wilhelm Nietzsche.

domingo, 20 de noviembre de 2016

La identidad de género se inicia con el nacimiento, pero en el curso del desarrollo la identidad de género se complejiza.

Normalmente, los órganos genitales externos indican al sujeto y a la sociedad si se trata de un hombre o mujer, pero aún con esto no resulta fundamental para producir el sentimiento de pertenencia a un específico género. Este énfasis, tan marcado a favor del poderío de la creencia del otro humano en la determinación del núcleo del género, no es producto de la especulación de Robert J. Stoller sino de precisas observaciones de un buen número de casos (ochenta y tres hermafroditas, transvestistas y homosexuales) que al decir de este autor constituyen una suerte de «experimentos naturales» que hacen vacilar nuestras ideas sobre la masculinidad y feminidad en sus mismos cimientos.
1.- Transexuales hombres desarrollan el convencimiento de ser mujeres a pesar de su anatomía masculina, convicción que los impulsa a buscar los medios quirúrgicos necesarios para corregir lo que consideran un «error de la naturaleza»;
2.- Intersexuales cuya identidad de género es definida, no hermafrodita: adolescentes a quienes se les descubre sobre el plano cromosómico un XO, con un desarrollo anátomo-fisiológico neutro y sin embargo poseen un profundo e inconmovible sentimiento de ser mujer, pues así fueron criados;
3.- Identidad hermafrodita en hermafroditas: cuando son enfrentados con la posibilidad de asunción de un solo sexo, resultan exitosos sólo aquellos casos cuya identidad de género no ha sido aún establecida, pues una vez estructurada parece imposible de modificar.
A partir de estas observaciones, Stoller sostiene una serie de proposiciones que modificar. sustancialmente el punto de vista tradicional:
I.- Los aspectos de la sexualidad que caen bajo el dominio del género son esencialmente determinados por la cultura. Este proceso de inscripción psíquica comienza desde el nacimiento y formaría parte de la estructuración del Yo. La madre es el agente cultural, y a través de su discurso (lenguaje) el sistema de significaciones será trasmitido, más tarde, padre, familia y grupos sociales contribuirán a este proceso.
II.- El rol de las fuerzas biológicas sería el de reforzar o perturbar la identidad de género estructurada por el intercambio humano.
III.- La identificación en tanto operación psíquica daría cuenta de la organización de la identidad de género.
IV.- El núcleo de la identidad de género se establece antes de la etapa fálica, lo que no quiere decir que la angustia de castración o la envidia al pene no intervengan en la identidad del género, sino que lo hacen una vez estructurada tal identidad.
V.- La identidad de género se inicia con el nacimiento, pero en el curso del desarrollo la identidad de género se complejiza, de suerte que un sujeto varón puede no sólo experienciarse hombre, sino masculino, u hombre afeminado, u hombre que se imagina mujer.

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