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"Si llega inadvertidamente a oídos de quienes no están capacitados ni destinados a recibirla, toda nuestra sabiduría ha de sonar a necedad y en ocasiones, a crimen, y así debe ser". Friedrich Wilhelm Nietzsche.

viernes, 4 de agosto de 2017

La agresión como componente para el incremento de la excitación sexual.

Robert Jesse Stoller señaló la presencia esencial de la «agresión» como componente para el aumento de la excitación sexual. Asimismo subraya la importancia que guarda el «misterio» entre la pareja para su excitación sexual, describiendo los factores anatómicos y fisiológicos que, en interacción con los deseos inconscientes y peligros edípicos, contribuyen a las cualidades excitantes y frustrantes que son una parte importante de ese misterio.
El misterio induce y refleja la fantasía sexual suscitada en por el Complejo de Edipo, que aunque es inconsciente no deja de tener una fuerza vital. Stoller hace hincapié en la función de la excitación sexual en la recreación de situaciones peligrosas y potencialmente frustrantes (relaciones sexuales en lugares públicos, preámbulo erótico en el cine, automóvil, etcétera) y en su superación mediante la gratificación de la fantasía y el acto sexual específicos. De modo que, en los términos de la capacidad para la excitación sexual y el deseo erótico y para la integración de las relaciones objetales preedípicas y edípicas como parte de las relaciones amorosas maduras, la integración de la libido y la agresión, el amor y el odio, gradualmente emergen como un aspecto principal de la capacidad para las relaciones amorosas, pero también en su aspecto psicopatológico.
Las facetas sadomasoquistas de la “sexualidad perversa polimorfa durante la infancia” proporcionan una importante energía impulsora para la fusión sexual en la adultez; un predominio excesivo de la falta de cuidado corporal tierno a cargo de la madre y del padre, así como experiencias traumáticas de abuso físico o sexual principalmente durante la infancia puede suprimir la capacidad para la respuesta sexual o interferir en la consolidación o el desarrollo del afecto de la excitación sexual en la edad adulta. A la recíproca, una represión excesiva de la agresión, las prohibiciones inconscientes contra los componentes tempranos y agresivos de la sexualidad infantil «perversa polimorfa», pueden inhibir significativamente y empobrecer la respuesta sexual.
El tipo más frecuente de inhibición sexual supone algún grado de supresión o represión de la sexualidad infantil perversa polimorfa, y que esta inhibición sexual gravita considerablemente en el empobrecimiento de la vida amorosa de parejas cuyas relaciones emocionales son en otro sentido satisfactorias.
Es muy común encontrar parejas —que acuden a psicoanálisis— manifestando tener relaciones sexuales frecuentes con su respectiva pareja, con excitación sexual y su respectivo orgasmo, pero con una creciente monotonía, es decir una vaga sensación de insatisfacción y aburrimiento, de sentirse vacíos inmediatamente después del coito. En consecuencia, en el área de la excitación sexual, tanto la falta de integración de la agresión como su exceso pueden inhibir la relación amorosa.
El mismo proceso aparece en las relaciones objetales dominantes de la pareja. La falta de integración de las relaciones objetales internalizadas “totalmente buenas” y “totalmente malas” (Melanie Klein) conduce a una idealización primitiva en las relaciones amorosas de la organización límite de la personalidad; la carencia de realismo propia de la idealización lleva fácilmente al conflicto y la destrucción del vínculo. Una idealización que no tolera la ambivalencia, que es fácilmente destruida por cualquier agresión en la relación, es por definición frágil e insatisfactoria, y los partenaires carecen de capacidad para una profunda identificación mutua. Pero la integración de las relaciones objetales que prenuncia el dominio de los conflictos edípicos avanzados, con la correspondiente tolerancia a la ambivalencia, también significa el surgimiento en la relación de una agresión que debe ser tolerada y es potencialmente peligrosa para el vínculo.
La tolerancia a la ambivalencia facilita la activación de guiones inconscientes y de la identificación proyectiva mutua de relaciones objetales internalizadas patógenas pasadas, de modo que la tolerancia a la agresión como parte de la relación ambivalente de la pareja la enriquece enormemente y asegura la profundidad que ha sido señalada como parte de la “identificación genital” por Michael Balint, o la “preocupación por el otro” por Donald Woods Winnicott. Pero la agresión excesiva amenaza a la pareja con un conflicto intolerable y con la ruptura potencial de la relación.


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